El rubor es conocido por brindarte un brillo saludable pero también por esculpir los rasgos faciales. ¿Cómo aplicarlo para un resultado exitoso? Estos son los pasos clave.

Seguramente hay pocas personas a quienes convencer sobre la eficacia y el carácter indispensable del colorete. Toda adicta a la belleza que se precie tiene al menos una caja de este producto de maquillaje casi mágico. Se encuentra comúnmente en forma de polvo, pero el rubor (o rubor en francés) también se está volviendo más popular en formas más modernas, como el rubor en crema, el rubor líquido, el rubor en gel o incluso el rubor en barra. Algunas incluso llegan a combinar su lápiz labial y rubor. Un concepto dos en uno que cada vez está más de moda.

3 buenas razones para adoptar el rubor en tu rutina de maquillaje

¿Por qué usar rubor? Tenemos derecho a hacernos la pregunta. Debemos ver el maquillaje más allá de su aspecto superficial y entender que es una forma divertida de revelarse más que una forma material de esconderse. ¡Cuando se usa correctamente, el maquillaje embellece y aumenta considerablemente la confianza en uno mismo! Sólo necesitas saber adaptarlo a tus necesidades y aplicarlo con los gestos adecuados.

Ruborizarse para verse bien

Este es su atractivo número uno. El rubor siempre se ha utilizado para realzar el cutis dándole un toque de brillo saludable. Ya sea rosa, coral, rojo ladrillo, uva o ciruela, el colorete (o colorete, según se prefiera) se adapta al cutis pero también al tipo de piel según su formulación. ¿Cómo aplicarlo en consecuencia? Para un efecto de brillo saludable, puedes extender el rubor por toda el área de las mejillas, subiendo ligeramente hacia las sienes. También puedes agregar una pequeña punta en la punta de la nariz.

Rubor para esculpir los rasgos faciales.

Desde hace varios años nos divertimos con el maquillaje y descubrimos características innovadoras en productos que pensábamos que ya se estaban aprovechando en todo su potencial. El colorete se revela así como un fino escultor, al igual que el bronceador, enfatiza las zonas óseas del rostro para jugar con las sombras y darle compostura. ¿Cómo aplicarlo en consecuencia? Simplemente estiramos el material desde la mejilla hasta las sienes.

Rubor para redondear los pómulos

El rubor también es una excelente manera de crear el efecto regordete de las mejillas que están demasiado planas. Al captar la luz de sus pigmentos coloreados, el colorete ofrece un bonito relieve al rostro y completa la armonía de un maquillaje logrado. ¿Cómo aplicarlo en consecuencia? Aplique rubor solo en las mejillas redondeadas para enfatizar su volumen.

Lado de los accesorios: ¿con qué aplicar el rubor?

Una vez elegido el rubor adecuado (consulta nuestro artículo guía sobre Cómo elegir tu rubor perfecto ), debes poder aplicarlo con los accesorios adecuados. Si bien ciertas formulaciones permiten la aplicación con el dedo (este es el caso de los rubores cremosos o el lápiz labial que se usa como rubor), la mayoría de las veces el rubor se aplica con una brocha especial para rubor o un mezclador de belleza.

¿Cómo aplicar correctamente tu rubor?

El rubor es el toque final de belleza, por eso lo aplicamos al final siguiendo los pasos correctos.

Lo primero de todo: prepara tu piel, con los cuidados cosméticos adecuados y después del lavado. A continuación aplicamos un tónico, un sérum facial, un sérum para el contorno de ojos , una crema de día, un protector solar. Un pequeño consejo: aplica siempre tus tratamientos faciales con la yema de los dedos y con pequeños movimientos circulares. Esto ayuda a reiniciar la circulación sanguínea y a aumentar el brillo saludable, pero también permite que los ingredientes activos penetren profundamente.

1. Elegir el tono de rubor adecuado: es importante elegir un rubor que combine con tu tono de piel y tu maquillaje general. Los tonos rosados ​​generalmente se adaptan a las pieles claras, mientras que los tonos melocotón o bronce son adecuados para las pieles más oscuras.

2. Elegir la brocha adecuada: utiliza una brocha para colorete de calidad adaptada al tamaño de tus mejillas. Las brochas de cerdas naturales suelen ser las mejores para una aplicación suave y una mezcla fácil.

3. Localiza los pómulos: sonríe levemente para encontrar dónde son más prominentes los pómulos. Esta suele ser la zona donde se puede aplicar el rubor.

4. Aplicar ligeramente: si es un rubor en polvo, toma una pequeña cantidad de rubor en la brocha y golpéala ligeramente para eliminar el exceso de producto. Si es un rubor en crema, líquido, gel o barra, aplícalo directamente en la mejilla. Comienza aplicando el rubor en el punto más alto de los pómulos, usando movimientos circulares o deslizándolo ligeramente hacia las sienes. Difumina bien para obtener un acabado natural.

5. Construya el color gradualmente: para intensificar el color como se desea, es mejor agregar rubor en pequeñas cantidades en lugar de aplicar demasiado al principio. Esto permite controlar la intensidad y evitar tener que retirar el exceso de producto.

6. Difumina una y otra vez: usa otra brocha limpia o tus dedos (limpios) para difuminar el rubor y evitar líneas marcadas. Asegúrate de que el rubor se mezcle naturalmente con el tono de piel y la base.

7. Adapta el colorete a tu maquillaje general: si llevas un maquillaje de ojos más intenso, quizás quieras utilizar un colorete más discreto para conseguir un equilibrio armonioso. Si el maquillaje de ojos es más natural, puedes optar por un color de rubor más brillante.

8. Termina con polvos: para una duración más prolongada, puedes aplicar un ligero velo de polvos translúcidos sobre el rubor para fijarlo.