Encontrar el corrector ideal no siempre es una tarea fácil... Para evitar complicaciones, descubre nuestra guía completa y asegúrate de realzar tu mirada con sólo unas pocas pinceladas.

El corrector es una herramienta esencial en el neceser de maquillaje, ya seas una experta en belleza o no. Las ojeras son marcadores físicos de fatiga o simplemente genéticos. En este último caso es difícil deshacerse de él y es mejor optar por la opción del camuflaje, que siempre resulta muy eficaz.

Descubre cómo eliminar las ojeras con nuestra guía práctica.

El corrector es versátil, ya sea que quieras camuflar ojeras, líneas finas o imperfecciones, encontrar tu producto de maquillaje ideal puede marcar la diferencia a la hora de realzar tu mirada y ocultar los signos de fatiga.

Entienda sus necesidades primero

Antes de comenzar su búsqueda, es esencial comprender sus necesidades específicas de corrector. Aquí hay algunas preguntas que debe hacerse:

- ¿Cuál es tu principal problema? Para elegir tu corrector perfecto es importante resaltar aquello que más quieres camuflar. ¿Serán ojeras, líneas finas, manchas de pigmentación o imperfecciones en general?

- ¿Cuál es tu tipo de piel? ¿Grasa, seca, mixta o sensible? Esto le ayudará a elegir una fórmula adecuada.

- ¿Cuál es tu tono de piel? ¿Caliente, frío o neutro? Esto te guiará a la hora de elegir el tono de tu corrector.

- ¿Cuál es tu preferencia en cuanto a textura? ¿Líquido, cremoso, en barra o en polvo?

- ¿Qué tipo de ojeras tienes? ¿Tienes círculos azules , círculos marrones o incluso círculos negros? La elección del corrector y su tono dependerá obviamente de este factor importante.

Elegir el tono correcto

Encontrar el tono de corrector es fundamental para obtener un resultado natural y confiable. Tu corrector no debe ser ni muy claro ni muy oscuro y sobre todo debe adaptarse a tu tipo de ojeras…

-Prueba los tonos en la tienda: Ve a una tienda de cosméticos y prueba diferentes tonos de corrector en el área debajo del ojo. No dude en desmaquillarse in situ, muy a menudo se proporciona un lugar a tal efecto. Elija dos o tres tonos que se parezcan a su tono de piel y mírelos con luz natural para encontrar cuál combina mejor.

- Ten en cuenta cómo lo utilizarás: si piensas utilizar tu corrector también para resaltar determinadas zonas del rostro, opta por un tono ligeramente más claro que tu tono natural de piel. Esto ayudará a agregar brillo y crear puntos de luz. Si planeas usar tu corrector como corrector, un tono ligeramente más claro o un tono fiel a tu tono de piel también debería ser suficiente.

Elige una fórmula y textura adaptadas a tu tipo de piel.

Una vez determinado el tono de tu corrector, es hora de buscar la fórmula correcta. La fórmula es importante, porque la zona alrededor del ojo es sumamente frágil y debe recibir los cuidados adecuados para no dañarla. Por eso es importante elegir un producto cuya fórmula se adapte idealmente a tu tipo de piel y a tus necesidades específicas. Por ejemplo, muchos correctores ahora incluyen ingredientes activos para el cuidado como el ácido hialurónico (ultra hidratante) o una base de cafeína (para estimular la circulación sanguínea y volver a pigmentar la zona). Otros se centrarán en ingredientes activos antienvejecimiento (colágeno) para rellenar la zona y rejuvenecer los ojos.

Una textura líquida: los correctores líquidos son versátiles y adecuados para la mayoría de los tipos de piel. Ofrecen una cobertura edificable y son fáciles de difuminar para lograr un acabado natural.

Una textura en crema: los correctores cremosos son más espesos y ofrecen una mayor cobertura. Son perfectos para disimular ojeras pronunciadas e imperfecciones.

Una textura en barra: Los correctores en barra son fáciles de aplicar y prácticos de llevar. Proporcionan una cobertura media a alta y son ideales para una aplicación precisa.

Una textura en polvo: Los correctores en polvo son perfectos para pieles grasas. Se pueden utilizar solos o para fijar una fórmula líquida o cremosa.

¿Cómo aplicar el corrector correctamente?

Una vez que finalmente hayas encontrado tu corrector ideal, la parte difícil estará hecha. ¡Ahora es cuestión de aplicarlo correctamente para observar todo su potencial! ¿Cómo hacerlo? Nada demasiado complicado, como ocurre con cualquier técnica de maquillaje, sólo debes seguir los pasos correctos:

Prepara tu piel

Limpia e hidrata tu rostro utilizando una crema hidratante y un sérum para el contorno de ojos antes de aplicar el corrector, esto permitirá que el maquillaje se adhiera mejor y evitará marcar líneas finas.

Utilice las herramientas adecuadas

Para aplicar el corrector de manera uniforme y precisa, lo mejor es utilizar una brocha pequeña dedicada a este fin. Una esponja de maquillaje también puede funcionar muy bien.

Mezclar tanto como sea posible

Difuminar el corrector le permite difuminarse en detalle y proporcionar una adhesión casi invisible a la piel. Para obtener la máxima eficacia, difumínalo dando golpecitos suaves con el dedo, una brocha o una esponja, pero el dedo definitivamente ofrece un resultado más natural.

Establecer con polvo

Si tiendes a notar arrugas debajo del párpado inferior, si tienes líneas finas o simplemente quieres una fijación duradera, fija tu corrector aplicando una fina capa de polvo translúcido en el área de maquillaje.

Encontrar el corrector perfecto puede parecer un desafío, pero si comprende sus necesidades, elige el tono y la fórmula adecuados y utiliza las técnicas de aplicación adecuadas, puede mejorar su apariencia y lograr una tez radiante en menos de dos años. Cuando se trata de maquillaje, no dudes en experimentar y ajustar tu elección en función de la evolución de tu piel y de tus preferencias personales a lo largo del año y de tu vida. Con las herramientas y los conocimientos adecuados, tu corrector se convertirá en un precioso aliado para conseguir una mirada luminosa e impecable... ¡Un imprescindible en tu kit de belleza!