La piel seca es particularmente sensible y requiere cuidados cuidadosos y cuidadosos. ¿Cómo cuidar este tipo de piel frágil? Seguir al líder.

Verano e invierno, la piel seca no hace distinción. Para evitar el enrojecimiento y la tirantez en invierno, y la descamación y el picor en verano, es necesario seguir una rutina de cuidado de la piel adecuada. Ya tengas la piel grasa, mixta, sensible, seca o normal… ¡La mimamos, fuera de cuestión de dejarla sufrir por factores externos!

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¿Cómo saber y reconocer que tienes la piel seca?

Si tienes la piel seca, probablemente la tengas para siempre. Sin embargo, a veces no prestamos mucha atención al estado de nuestra piel antes de que aparezca un problema. Para evitar esto y definir tu tipo de piel, esto es lo que necesitas saber para reconocer un tipo de piel seca:

1. Sensación de tirantez o malestar en la piel después de limpiar el rostro o el cuerpo.

2. La picazón, el enrojecimiento o la irritación que aparece fácilmente también es un indicador de piel seca.

3. La piel puede parecer opaca o áspera cuando no se aplica ningún tratamiento.

4. Las líneas finas y las arrugas son particularmente visibles, incluso a una edad temprana.

5. La piel puede pelarse o descamarse fácilmente (en verano e invierno).

6. La piel es más sensible a los cambios climáticos, especialmente cuando hace frío y está seca.

7. La piel tiene gran tendencia a las imperfecciones, con mayor rapidez y facilidad.

Cuando la piel muestra la mayoría de sus síntomas, existe un 90% de posibilidades de que efectivamente se trate de piel seca. En este caso, y si aún no lo has hecho, es importante establecer una rutina de cuidado de la piel adecuada. ¡Tanto para el rostro como para el cuerpo!

Diferencia entre piel seca y piel deshidratada

Esta es una confusión común, considerar la piel deshidratada como seca o la piel seca como simplemente deshidratada. Sin embargo, de hecho hay una diferencia y ¡ya no es necesario cometer el error! La piel mixta, la piel grasa y la piel normal también pueden deshidratarse, mientras que la piel seca es un tipo de piel que no puede cambiar a lo largo de la vida.

Una buena forma de diferenciarlos es ver cómo reacciona la piel a los productos humectantes. Si la piel permanece seca y áspera a pesar de usar humectantes ricos y nutritivos, lo más probable es que sea un tipo de piel seca. En cambio, si la piel responde positivamente a las cremas hidratantes y recupera su elasticidad y luminosidad, simplemente es piel deshidratada.

Características de la piel deshidratada

La piel deshidratada es causada por la falta de agua en la piel. Puede ser causada por factores ambientales como el clima seco y ventoso, o por un estilo de vida desequilibrado como el consumo excesivo de alcohol o café y la mala hidratación en general. Los signos de piel deshidratada incluyen textura áspera de la piel, líneas finas, piel apagada y apariencia cansada. En general, basta con equilibrar la ingesta de agua para que todo vuelva a su lugar. Se recomienda beber hasta 2L de agua al día para nutrir adecuadamente el cuerpo (y por tanto la piel). Una rutina de belleza hidratante puede complementar idealmente este hábito, con la aplicación de un sérum de ácido hialurónico (ultra hidratante y antienvejecimiento) y una rica crema.

La rutina de cuidado de la piel a seguir cuando tienes la piel seca

Una vez realizado el diagnóstico de piel seca, será necesario poner en marcha una rutina suave y adaptada a este tipo de piel especialmente sensible a las agresiones externas.

¿Qué tratamientos deberías añadir a tu rutina?

Para prevenir la sequedad, las molestias, las rojeces y la tirantez de la barrera cutánea, añade a tu rutina los cuidados adecuados, tanto para el cuerpo como para el rostro.

Un limpiador facial suave, sin productos agresivos para una limpieza suave pero profunda de la piel. Un gel, una espuma o incluso un bálsamo limpiador son productos especialmente indicados para pieles secas y sensibles. En el lado activo, prefiera fórmulas naturales que contengan agentes humectantes y nutritivos como el aceite de almendras dulces o la manteca de karité.

Un tónico o agua floral para el rostro . Para equilibrar el pH de la piel y reducir los efectos irritantes de la piel seca, el agua floral o un tónico (preferiblemente fórmula natural) pueden hacer milagros. El agua floral de rosa mosqueta, suave, calmante e hidratante, es perfecta para mantener la película hidrolipídica de las pieles secas.

Un bálsamo para los labios. Es la gran parte olvidada de las rutinas de cuidado de la piel, ¡pero el bálsamo labial tiene mucho que ofrecer! Imprescindible para las pieles secas, se aplica idealmente por la noche antes de acostarse para actuar como mascarilla sobre la frágil piel de los labios.

Elija una crema hidratante rica para el rostro y el cuerpo . Aunque debe evitarse en pieles grasas (como todos los tratamientos para cuerpos grasos), el tratamiento hidratante rico está totalmente recomendado para pieles secas y pieles sensibles. Lo elegimos en forma de crema hidratante o aceite nutritivo, todo depende de la textura preferida. Aunque la crema tiene una formulación más suave y reconfortante, el aceite puede ser especialmente calmante y dar lugar a un ejercicio de masaje en la cara y el cuerpo que sólo puede resultar beneficioso. Además, para el rostro, siempre lo combinamos con un sérum (preferiblemente con ácido hialurónico) para doble eficacia y combatir la falta de agua.

Aplicar protección solar. Es el nuevo caballo de batalla del mundo de la salud y la belleza. ¡La protección solar debe aplicarse a diario, tanto en verano como en invierno! Incluso bajo un cielo gris, los rayos UV/UVB del sol pueden dañar la piel, especialmente cuando es sensible como la piel seca.

Un descanso de mascarilla, una vez por semana. Es fundamental para pieles secas y sensibles, es muy recomendable para todo tipo de pieles. La mascarilla, ya sea purificante, hidratante, desintoxicante o nutritiva, es un paso envolvente en la rutina de belleza. Nos damos 20 minutos a solas, una vez a la semana para ponérselo. A las pieles secas les encantan las mascarillas de tela empapadas en activos hidratantes que nutren en profundidad y potencian la barrera protectora de la piel.

¿Qué debes evitar a toda costa cuando tienes la piel seca?

Si rápidamente nos sentimos tentados a experimentar con todo tipo de tendencias que vemos florecer en las redes sociales, cuando tenemos la piel problemática como puede tener la piel seca. ¡Evitamos! La piel se respeta a sí misma y antes de aplicar todo tipo de productos o rutinas que nos parezcan “cool” debemos saber (imperativamente) qué le conviene o no. En general, la piel queda contenta con una rutina sencilla, siempre que sea la adecuada.

La piel seca debe evitar a toda costa productos que contengan alcohol u otros agentes agresivos como retinol, BHA y AHA. También se deben evitar los peelings repetidos, ya sean mecánicos o químicos, a menos que sean suaves y una vez al mes. A la hora de lavar la piel seca, preferimos el agua tibia al agua caliente, lo que debilitará aún más la dermis sensible. En cuanto a los hábitos de vida, lo ideal también sería evitar el tabaquismo y la ingesta de alcohol, para permitir que la piel asimile la hidratación de forma óptima.